Ingredientes
- 30 galletas tipo María o 300 g de galletas de avena (base)
- 75 g de mantequilla (base)
- 1 cucharada de esencia de vainilla (base)
- 50 g de nueces (base)
- 6 huevos y 2 yemas (crema)
- 600 g de queso "Philadelphia" (crema)
- 500 g de nata líquida y 3 cucharadas soperas de harina de repostería (crema)
- 200 g de azúcar y 1 yogurt griego (crema)
- 120 g de confitura de arándanos
- 120 g de confitura de frambuesas
- Agua
Elaboración:
Preparación de la base de galleta
- Derretimos la mantequilla (usad el microondas, es más rápido, a temperatura baja unos 2 minutos). Con la picadora trituramos las galletas y añadimos por encima la mantequilla derretida. La masa estará caliente y será muy manejable.
- Añadimos la cucharada de esencia de vainilla. Trituramos las nueces y añadimos a la masa.
- Cogemos la mezcla de galleta y la repartimos por la base de un molde desmontable grande, 22 cm de diámetro. Apretamos contra el fondo y en los lados con la ayuda de una cuchara o con los dedos e introducimos al horno unos 10 minutos a unos 180º C para que se endurezca y se evapore un poco el líquido sobrante.
- Sacamos el molde y dejamos enfriar para rellenar con la crema de queso. Bajamos la temperatura del horno a 150º y lo dejamos así mientras preparamos la crema. Si vamos a preparar la crema más tarde debemos poner el horno a precalentar.
Preparación de la crema de queso
- Batimos los huevos y el azúcar hasta que blanqueen un poco, tiene que quedar una mezcla espumosa y algo blanquecina.
- Introducimos en mismo bol las dos tarrinas de crema de queso. Añadimos la nata líquida, el yogurt griego y las cucharadas de harina de repostería. Batimos hasta su completa disolución, la mezcla debe quedar homogénea y sin ningún grumo.
- Vertemos sobre la base de galletas que ya estará crujiente y volvemos a introducir en el horno a 200º durante 10 minutos. Colocamos un poco de papel de aluminio encima para que no se dore demasiado, así no se nos quemará.
- Pasado este tiempo bajamos la temperatura hasta los 180º C y dejamos unos 60 minutos más. Cuando haya pasado ese tiempo apagamos el horno y dejamos que se enfríe dentro pero con la puerta entreabierta. De esta forma conseguimos que todo el aire caliente que ha abombado ligeramente la tarta salga poco a poco sin cambios bruscos de temperatura que a veces ocasionan grietas y hacen que no quede muy presentable. El interior de la tarta, al moverlo, parecerá un flan de huevo, no os preocupéis, se asentará.
- Una vez pasado este tiempo, dejamos la tarta de queso en el horno apagado varias horas. Una vez a temperatura ambiente la tarta, la llevamos al frigorífico hasta que esté totalmente fría (lo mejor es preparar la tarta de un día para otro).
- Metemos al frigo y dejamos enfriar en la nevera hasta el día siguiente.
Preparación y montaje de la cobertura de confitura
- Si tenéis confitura ya hecha mucho mejor.
- Echamos en un cazo la confitura o mermelada y 2 cucharadas de agua. Calentamos de manera suave hasta que se forme un sirope. Apartamos del fuego y en el mismo recipiente donde esta la tarta de queso ya fría echamos el sirope de manera homogénea (como está líquido es bastante fácil). Y otra vez a la nevera durante unas horas, debe estar muy fría para su degustación.
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